La palabra arrogancia es tan difícil de absorber que para muchos de nosotros podemos aceptar que batallamos con el orgullo en nuestras vidas, pero muy pocos aceptaríamos que tenemos un problema de arrogancia. El orgullo es una de esas cosas que podemos identificar en los demás. Pero no en nosotros mismos.El orgullo nos mantiene en un desierto, nos mantiene enfocados en nosotros mismos, lo que yo quiero, lo que yo merezco y esto nos limita de dar gloria a Dios.

  • Richard Martinez, Pastor Principal