Slideshow image

 

Tiempo Familiar - Semana 36
View this email in your browser

"La Cueva Del Miedo Y El Pánico"

 

Estudio
Temor es la sospecha de que algo es malo o puede conllevar un efecto perjudicial o negativo. Miedo es el sentimiento de desconfianza y recelo ante una situación, persona, peligro o riesgo. Puede ser de diversa intensidad, desde el temor, el recelo o la aprensión, hasta el pánico. Todos hemos sentido temor en algún momento, pero, si no lo atendemos correctamente se convierte en miedo y hasta en pánico. El miedo es el arma que usa Satanás con el propósito de intimidarnos y paralizarnos, de manera que no podemos dejar que se apodere de nosotros. La solución para canalizar el temor está en Proverbios 1:7 que dice: “El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. O sea, debemos tener siempre presente que Dios es Soberano y que nada se le escapa, así que lo mejor que podemos hacer es respetarlo, reverenciarlo y someternos a Su Voluntad.

Muchos ante el temor y el miedo tienden a esconderse, a huir o escapar a algún lugar donde se sientan seguros y protegidos. En la antigüedad muchos escapaban a cuevas. Hoy sin embargo, muchos se refugian en cuevas creadas en su mente y corazón para protegerse, formando barreras que impiden que puedan ser sanados del miedo que los asecha.

La Palabra insta a los de corazón amedrentado a decir: “Sean fuertes y no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos; viene para salvarlos” (Isaías 35:4).

Dios mismo nos dice: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te  sostendré  con  mi  mano derecha victoriosa”   ( Isaías 41:10).

¿Qué nos sucedería si nos escondemos en las cuevas del miedo y del pánico?

  • Viviríamos una vida limitada.
  • Estaríamos alimentando más el miedo.
  • No tendríamos la capacidad de reconocer que Dios está al control y que a Él tenemos que creer y obedecer.
  • Estaríamos obstaculizando nuestra sanidad.

Aplicación
La Palabra nos muestra algunos hombres de Dios que tuvieron momentos de miedo y cómo reaccionaron. Entre ellos está David que sufrió persecución, intentos de asesinatos, traiciones de sus hijos y mucho más, pero siempre buscaba refugio en Dios, Salmo 42:11 “¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios! Elías se enfrentó a los profetas de Baal y triunfó, mas cuando la reina Jezabel lo amenazó de muerte le dio temor y huyó a una cueva. Allí dentro de su angustia Dios trató con él. En la actualidad, como en el pasado Dios nos llama a refugiarnos en Él y no a tratar de escondernos ante lo que nos atemoriza. Una vez más debemos esforzarnos por alimentarnos bien de la Palabra de Dios ya que por medio de ella es que recibimos las promesas de Dios y nos podemos apoderar de ellas. Dios nos habla: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina” (2 Tim 1:7). “Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el SEÑOR tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:6). Conocer la Palabra, orar y declararla nos dará la libertad que sólo Cristo nos puede dar y nos liberta de todos nuestros temores, miedos y hasta del pánico que quiera apoderarse de nosotros. ¡En Dios estamos seguros!

¿Qué pasa cuando vivimos en el temor a Dios?

  • Vivimos libres del miedo, pues nuestra confianza está en Dios.
  • Podemos ayudar a otros que viven en cuevas de miedo a salir de ellas.
  • Recibimos de Dios fortaleza para caminar por encima de lo que pudiera ocasionarnos temor.
  • Seremos afirmados y dirigidos por Dios.

Conclusión
Una vida llena de miedos y temores nos paraliza e impide que podamos ser útiles para el Reino. Vivamos con confianza sabiendo que: “El Señor es quien nos ayuda, por tanto, no temeremos, si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros”. Digamos como el Salmista: “Oré al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4). Caminemos confiados en Dios de manera que aunque pasemos por valles sombríos, no temamos sufrir ningún daño, porque Dios va con nosotros y con Su vara de Pastor nos alienta y nos anima.

Escrito por: Linda Vélez

Lectura Bíblica
Salmos 34:4 NTV

“Oré al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores”.

Para Discutir

  • ¿Cómo reacciona ante el temor y el miedo?
  • ¿Vive en paz, descansando en el Señor o es presa de los temores, miedos y hasta pánico?
  • ¿Cuando le llega una prueba, cuál es su primera reacción?
Ore por 
  • Que podamos rendir toda nuestra vida, temores y miedos a Dios para ser sanados.
  • Que el Espíritu Santo infunda en nosotros el temor a Dios.
  • Que podamos anhelar cada día el conocer más a Dios y vivir en obediencia a Él.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
SoundCloud
Website
 
Nuestro email de Contacto es:
info@iglesicafe.com

Quiere cambiar su opción para recibir los correos electrónicos?
Usted puede update your preferencesunsubscribe from this list