Limitación De La Adoración
Estudio Según Juan 4:23-24 Dios busca adoradores en espíritu y verdad, pero quizás siempre te has preguntado qué significa esto. Porque es fácil adorar a Dios cuando las cosas van bien. Se nos hace fácil levantar nuestras manos mientras adoramos a Dios, cuando todo en nuestra vida va marchando de maravilla. Muchos Cristianos cuando se congregan en su Iglesia adoran a Dios porque tienen un Ministerio de Alabanza que los está animando y los está acompañando a que canten himnos y alabanzas.
Hay otro grupo de personas que no han desarrollado una vida de adoración y cuando están en su casa, para ellos no es importante sacar un tiempo para adorar a Dios. El adorar a Dios no es solamente darle alabanzas, es un estilo de vida que se desarrolla con una relación con Dios de manera íntima e intencional diariamente. Muchas personas no entienden lo que es adorar en verdad, y cuando una prueba o una situación difícil llega a su vida su reacción es de rebeldía y queja contra Dios. Siempre será más fácil quejarnos que adorar cuando estamos enfrentando un problema, pero está en nosotros tomar la mejor actitud y reaccionar de una manera diferente, entendiendo que por medio de la adoración llega la esperanza y el ánimo que necesitamos.
Cuando limitamos nuestra adoración:
- Veremos los problemas más grandes que Dios.
- Estaremos desenfocados en lo que Dios puede hacer.
- La queja dominará nuestra vida.
- No obtendremos la victoria sobre nuestras pruebas.
Aplicación En Habacuc 3:17-19 podemos ver cómo Habacuc había entendido que la adoración va más allá de lo que sentimos o podemos ver. Él estaba seguro que aunque las cosas no fueran como él quisiera, como quiera iba a alegrarse en Dios. Aun en medio de la escasez o de las cosas que le faltaran, Dios era todo para él.
Cuando adoramos a Dios sin limitarnos:
- Nos vamos a alegrar por la salvación que hemos recibido.
- Entenderemos que el Señor es nuestra fuerza.
- Estaremos seguros y afirmados en Dios.
- Veremos la adoración como un estilo de vida y no como algo que sentimos cuando solamente estamos bien.
ConclusiónAdorar a Dios sin limitarnos es la mejor manera de combatir el desánimo. Cuando adoramos a Dios estamos diciéndole que dejamos todo lo que no es importante a un lado, para enfocarnos en lo más importante que es Él. Cuando adoramos en libertad y de corazón pueden suceder cosas sobrenaturales y maravillosas que nos puedan dejar asombrados. Debemos aprender a adorar a Dios donde sea que estemos y no esperar a llegar a la Iglesia para hacerlo. David nos dejó escrito en Salmos 103 la importancia de adorar a Dios y los motivos para hacerlo:
- Debemos adorar a Dios porque estamos agradecidos de todas las cosas buenas que ha hecho y seguirá haciendo por nosotros y nuestra familia.
- Debemos adorar a Dios porque Él es el único que nos perdona aun sin merecer el perdón.
- Debemos adorar a Dios porque es quien nos sana de nuestras enfermedades físicas y emocionales.
- Debemos adorar a Dios porque Él muestra Su amor y Sus misericordias cada mañana por nosotros.
- Debemos de adorar a Dios porque nos da fuerzas y nos renueva cada día.
Por todo esto y mucho más, debemos caminar con un corazón que se desborda en agradecimiento y adoración a nuestro Padre. Cuando yo era pequeña crecí con una alabanza que siempre recuerdo y todavía la sigo cantando:
“Alabar a Dios cuando las cosas te salen bien, que bueno es. Alabar a Dios cuando en la vida no haya problemas que cosa buena, pero si le alabas en el quebranto el Espíritu Santo se glorifica dentro de ti, pero si le alabas en el quebranto el Espíritu Santo se glorifica dentro de ti.”
Si analizamos este cántico nos habla una gran verdad, porque es fácil alabar a Dios y decirle a Dios que lo amamos, que es todo para nosotros cuando todo va bien en nuestra vida, pero y cuando nos va mal, tenemos la misma actitud? Pero qué bendición es contar con el Espíritu Santo que nos anima y nos conforta cuando las cosas van mal. Y lo mejor que podemos hacer es tener una actitud correcta y adorar a Dios a pesar de cómo nos sentimos. Te invito y te animo a que adores a Dios en todo tiempo y no permitas que tus situaciones te limiten y te desenfoquen.
Escrito por: Ninette Marrero
|