"Desechado Al Desierto"
Estudio En la Biblia la definición de desierto se refiere a un lugar elegido por Dios para poner a prueba a una persona o pueblo. Es un medio de preparación o purificación. Sabemos que en el desierto fue probado el pueblo de Israel durante 40 años. Jesús mismo fue llevado por el Espíritu Santo al desierto, y por 40 días fue allí probado.
Otro hombre que fue probado en el desierto fue Moisés, aprendió la sabiduría que no alcanzó a obtener en las escuelas de Egipto. Dios trabajó en su carácter y lo uso de una manera poderosa en medio del desierto.
Podemos mencionar a muchos más hombres y mujeres de la Biblia que fueron desechados o probados en el desierto, entonces nosotros los cristianos no estamos exentos a atravesar desiertos en nuestra vida. Dios siempre usará nuestros desiertos para glorificar su poder y mostrar quién es Él.
Como podemos enfrentar nuestros desiertos:
- Tenemos que reconocer que Jesús nos quiere fortalecer en medio de nuestros desiertos.
- Debemos dejar que Dios nos muestre quién es Él y qué desea de nosotros.
- Es una oportunidad para acercarnos más a Dios y crecer.
- Busquemos a Dios en todo momento para que sacie nuestra sed.
Aplicación
En medio de los desiertos Dios nos quiere revelar la verdadera condición de nuestro corazón. Una de las cosas que Dios quiere que descubramos es quiénes somos en realidad. Cuando Dios nos meta al desierto de las pruebas no debemos angustiarnos, sino ver esto como una oportunidad para madurar, auto evaluarnos, mirar como está nuestro corazón y conocer en realidad quién es Él para nosotros y quiénes somos verdaderamente.
Cuando vemos el desierto como una oportunidad
- Nos vamos a alegrar aun en medio de las pruebas.
- Contaremos a otros de sus maravillas y de los beneficios que obtenemos cuando atravesamos desiertos.
- Podremos desarrollarnos en diferentes áreas en nuestra vida.
- Tendremos la necesidad de buscar a Dios en todo momento porque hemos conocido quien es Él.
Conclusión
Como cristianos enfrentaremos desiertos en nuestra vida, muchas veces llegarán sin esperarlos o buscarlos. Debemos estar preparados para enfrentar las pruebas o problemas cada día. Nos debemos de alimentar con la Palabra de Dios, para cuando lleguen esos momentos poder entender que nuestra fe está siendo probada y que tenemos una oportunidad para desarrollar nuestra constancia.
Como padres debemos ser ejemplo a nuestros hijos durante nuestros desiertos, que ellos puedan ver que aun en medio del dolor que estemos atravesando, nuestra confianza está puesta en nuestro Salvador.
En Santiago 1:2-3 nos habla de que cuando enfrentemos cualquier prueba debe ser un tiempo para alegrarnos. Nuestra fe va a ser probada, pero seremos perfectos y completos y nada nos va a faltar. Recordemos que en medio de los desiertos que atravesamos Dios quiere mostrar Su gloria, nos pasa por el fuego porque desea purificarnos y que salgamos listos con una fe auténtica. Así que alégrate y no te quedes llorando por tu situación cuando pases por el desierto, porque no es el final sino el principio de algo nuevo en tu vida y en la de tu familia. “No morirás, sino vivirás para contar de sus maravillas.”
Escrito por: Ninette Marrero
|