"Busquemos La Voluntad De Dios"
Estudio El ser humano, por su naturaleza pecaminosa tiende a vivir según sus criterios, conforme a su voluntad. Usamos nuestros conocimientos humanos y lo que aprendemos del mundo como guía de vida; y es precisamente eso lo que nos lleva a cometer tantos errores y a vivir alejados de Dios. Más Dios, en Su infinito amor y misericordia, tenía un plan perfecto desde antes de la fundación del mundo para nosotros los seres humanos, Su obra maestra, pues nos hizo a Su imagen. Dios nos creó para que viviéramos en completa comunión con Él, para que en nuestra vida se reflejara la imagen de Su Hijo amado, Jesucristo. ¿Y cómo podemos conocer Su plan? Cuando nos rendimos a ÉL, cuando somos tocados por el Espíritu Santo éste nos convence de pecado y nos revela la necesidad que tenemos de la salvación por medio de Jesucristo. Es en ese momento que comienza nuestra transformación a la imagen de nuestro Salvador. Muchos, sin embargo, se empeñan en acercarse a Dios a su manera y no a la de Dios, y eso acarrea consecuencias.
Cuando buscamos agradar a Dios a nuestra manera:
- Vamos dando pasos a ciegas, pues no conocemos realmente a Dios y no sabemos cómo agradarle.
- Nos desgastamos al ver que nuestros intentos para agradar a Dios no son suficientes.
- No podemos vivir en la voluntad de Dios pues no la conocemos.
- Vivimos perdiéndonos a diario las bendiciones que Dios preparó para nosotros desde antes de la fundación del mundo.
Aplicación
En el Salmo 40:6-8 el salmista le dice a Dios que sabe que “Dios no se deleita en los sacrificios ni en las ofrendas”, que “ahora que me hiciste escuchar, finalmente comprendo: Tú no exiges ofrendas quemadas ni ofrendas por el pecado”. Entonces dije “Aquí estoy. Como está escrito acerca de mí en las Escrituras: me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues Tus enseñanzas están escritas en mi corazón”. Dios, por medio de Su Espíritu, graba en nuestros corazones Su Palabra, Su voluntad. Si queremos agradarle tenemos que rendir nuestra vida a Él, reconociendo a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Entregarle nuestras cargas y vivir buscando la comunión con Él por medio de la oración, el estudio de la Palabra y estando prestos a servir como Él lo hizo. No imitando las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejando que Dios nos transforme en personas nuevas al cambiarnos la manera de pensar. Entonces aprenderemos a conocer la voluntad de Dios para nosotros, la cual es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
Cuando vivimos buscando hacer la voluntad de Dios:
- Gozamos de la guía del Espíritu Santo y el discernimiento espiritual.
- Damos gracias a Dios por todo, pues sabemos que esa es la voluntad de Dios para con nosotros.
- Sabemos que Dios nos escucha.
- El Espíritu Santo intercede por nosotros en armonía con la voluntad de Dios.
Conclusión
Mateo 7:21 nos dice que: “No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo”. Vivimos tiempos muy difíciles y no podemos vivir el Evangelio ligeramente. Dios nos creó para que le adoremos, y que lo hagamos en espíritu y verdad, y eso no lo podemos hacer por nuestra capacidad o conocimiento humano, aunque tengamos la mejor intención. Si no, a través del Espíritu Santo. Vivir en el Espíritu es vivir en la voluntad de Dios. Recordemos siempre que “este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre”. (1 Juan 2:17 17).
Escrito por: Linda Vélez
|