Alfredo y Abigail Arroyo

Alfredo “Freddy” Arroyo es un hombre dedicado aservir a los demás. Nació el 18 de enero de 1976. Abigail Marie Bonilla, nació el 19 de septiembre de 1982 y es una mujer comprometida con su fe y con el servicio a los demás. Abi y Freddie se conocieron en el 2006 donde trabajaron juntos en una tienda de música en el pueblo de Cayey, Puerto Rico. Después de trabajar por 4 años juntos el camino de ambos tomaron rumbos diferentes hasta que en el 2015 se reencontraron y comenzaron una nueva historia de amor y contrajeron matrimonio el 12 de agosto del 2012. En el año 2021 toman una difícil decisión de dejar la tierra que tanto amaban para comenzar una nueva vida en los Estados Unidos y ese mismo año Dios los trae a Café.

Alfredo es Ingeniero Industrial, y a lo largo de su trayectoria, ha sabido equilibrar su vida laboral con su fe, siendo testimonio de integridad, responsabilidad y dedicación tanto en el ámbito profesional como en el espiritual. Mientras que Abigail completó sus estudios universitarios en patología de habla y actualmente es maestra de español de grados elemental aquí en el estado de Texas. Ella ha sido activa en su iglesia, participando en la enseñanza bíblica, adoración, matrimonios y alcance comunitario, tambien es parte del Grupo de Alabanza de CAFE, ya que la Adoración su principal pasión.

Ambos disfrutan viajar, tener tiempo de pareja son casi inseparables y les encantan los animales. sus dos perroes Koby y Esther, son su locura. Pero sobre todas las cosas. la fe en Jesucristo ha sido la base de sus decisiones y su fuerza en los momentos difíciles. Son creyentes activos, comprometidos con el servicio en su iglesia y en su comunidad guiados por su deseo de honrar a Dios en todas las áreas de sus vidas.

Ambos sirven en el Equipo Pastoral y Matrimonios. Freddy es el lider del Ministerio de Hombres, y tiene una pasión por guiar a cada hombre a honrar a Dios en todas las áreas de sus vidas.  El es un ejemplo de cómo la fe y la vocación pueden unirse para impactar positivamente a quienes le rodean, dejando una huella de excelencia, humildad y amor.